Nacido en Brasil, “Sidao” Santana trajo consigo su talento y pasión por el baloncesto cuando llegó a España durante la temporada 2007/08. Desde su llegada, dejó su huella en varios clubes españoles, marcando una trayectoria deportiva que lo llevó a recorrer diversos equipos y continentes. En sus primeras incursiones en el baloncesto español, encontró su primer hogar en los equipos Cáceres y Tarragona.
Sin embargo, fue en la temporada siguiente donde su camino tomó un giro importante. Durante un periplo de cuatro años en el equipo Clavijo riojano, “Sidao” Santana demostró su valía y compromiso en la cancha, contribuyendo significativamente al equipo. En 2013, alcanzó el logro de ascender a la LEB Oro, una etapa memorable en su carrera.
Después de su exitosa estadía en el Clavijo, su viaje continuó en diferentes lugares alrededor del mundo. Europa, América y África fueron testigos de su talento y determinación en el baloncesto. Siempre destacó por su imponente estatura de 2,15 metros y su envergadura, características que lo convirtieron en una figura inolvidable en las canchas donde jugó.
Pero más allá de su habilidad en el baloncesto, “Sidao” Santana también dejó una marca por su personalidad única. Su carisma y particular forma de ser lo convirtieron en un jugador querido y respetado por la afición, especialmente durante su tiempo en Ávila, donde se convirtió en una figura emblemática para la “marea verde”. Durante las dos temporadas en las que vistió la camiseta del equipo, promedió impresionantes estadísticas: cerca de 22 minutos por partido, alrededor de 11 puntos, 7 rebotes y más de 13 puntos de valoración.
Tras una carrera llena de éxitos y momentos inolvidables, “Sidao” Santana decidió retirarse del baloncesto. Posteriormente, encontró su hogar en Logroño, donde se estableció y se convirtió en parte de la comunidad riojana. Su legado perdura en las canchas donde jugó y en la memoria de los aficionados que lo vieron brillar en cada partido. Que descanse en paz.
- Te recomendamos -